Psicotécnicos: Las mujeres son las últimas protagonistas del Plan Estatal de la Bicicleta

Psicotécnicos: Las mujeres son las últimas protagonistas del Plan Estatal de la Bicicleta

Si las mujeres utilizan más el transporte público y caminan más que los hombres, ¿por qué cogen menos la bicicleta? Esto es lo que se preguntan los responsables del Plan Estratégico Estatal de la Bicicleta (PEEB), impulsado y coordinado por la DGT. Llegados a estas alturas de siglo XIX, desde el Plan tratan de incluir la perspectiva de género dentro de la integración y los planes de futuro existentes para este medio de transporte.

Si nos atenemos a datos estadísticos, resulta muy sorprendente que la bicicleta siga siendo un feudo con predominio masculino. Como ocurre con otros tantos ámbitos sociales, en el transporte también encontramos hábitos, estereotipos y prejuicios que ocasionan discriminación.

El jefe de la Unidad de Ordenación Normativa de la DGT, Javier Villalba, señalaba recientemente que “para promover y fomentar el uso de la bicicleta es necesario romper barreras (muchas veces mentales) y conseguir que más mujeres se sumen a esta iniciativa, porque ahí radica una de las claves de su éxito”.

Obstáculos para las mujeres en bicicleta

Desde el ente público han detectado la necesidad de trabajar la seguridad vial en bicicleta también desde ese punto de vista. Invitar a la inclusión pasa por analizar en profundidad la pregunta con la que abre este artículo. ¿Por qué esa predominancia del género masculino a la hora de pedalear? Responder a esto implica reconocer que hay barreras que van más allá del área normativa.

Existen países, como Arabia Saudí, en los que las mujeres tenían prohibido hasta hace pocos años conducir o, incluso, montar en bicicleta. La “bicicleta verde” (Wadjda, 2012) es un filme que ejemplifica a la perfección la situación que las mujeres soportan en ese tipo de sociedades.Mujeres en bicicleta

Puede llegar a pensarse que este panorama está muy lejos de la realidad social en estas latitudes. Desde luego, las diferencias son notables, pero existen impedimentos invisibles que ejercen una presión similar. Por ejemplo, desde la DGT constatan que las redes de transportes están diseñadas para los desplazamientos masculinos (para ir al trabajo) y que son hombres quienes mayoritariamente utilizan la bicicleta en sus desplazamientos.

Las mujeres realizan el 70% de los “viajes de cuidado”

La bicicleta, tomada como medio de transporte urbano, puede que no resulte de utilidad a la mujer debido al tipo de desplazamientos que realizan. Según los estudios, el 70% de los trayectos de cuidado (es decir, los que suponen llevar a los niños al colegio o cuidar de una persona mayor) se llevan a cabo por mujeres. El hecho de que las mujeres asuman el peso de esa tarea constituye una razón que justifica esa minoría de mujeres en bicicleta.

Esto no siempre fue así. A principios de siglo XX, la bicicleta fue un instrumento que sirvió a las mujeres para defender sus derechos. Su uso se popularizó de una manera singular entre el género femenino. Y no faltaron los detractores y detractoras. Tal y como recoge National Geografic, a las mujeres que montaban en bicicleta se les insultaba y hasta agredía. Los propios profesionales de la medicina instaban a que no las utilizasen.

Por lo visto, un medio de transporte que permite a cualquiera desligarse y ser independiente en sus desplazamientos no era la mejor opción de los que dirigían sociedades como las de antaño. Mientras el número de mujeres que circulan en bicicleta siga siendo mínimo, es más que lógico pensar que este tipo de valores subsisten y que hay que luchar contra ellos.

¿Qué se puede hacer para aumentar el número de mujeres en bicicleta?

Mujeres en bicicletaDesde el PEEB  buscan promover medidas concretas que fomenten el uso de la bicicleta entre las mujeres. Son partidarios, por ejemplo, de limitar la velocidad máxima a 30 km/h en las vías urbanas. Es un límite que prolifera por la gran mayoría de ciudades de nuestro continente. La última reforma del Código Penal también ha sido un paso importante. Del mismo modo, se está proyectando la puesta en funcionamiento de talleres exclusivos para mujeres y niñas.

El ámbito deportivo del ciclismo está contribuyendo a acelerar el paso para hacer desaparecer los obstáculos. El propio diseño de las bicicletas no es el adecuado para la mujer. Esto está cambiando gracias a que, los fabricantes están comenzando a ofrecer una gama femenina mucho más amplia, debido en parte a que el número de mujeres que practican ciclismo como deporte está aumentando.

Lo mismo está ocurriendo con ciertos componentes y las prendas ciclistas. El siguiente paso de ese movimiento es romper con un sector en el que el género masculino supone una mayoría aplastante: talleres, reparación, logística, producción, etc..

Si a alguien todavía le parece un tema baladí o superficial, no hay más que volver a reflexionar por qué existe un modo de transporte a estas alturas en el que la gran mayoría de usuarios son hombres. Los beneficios que acarrea la bicicleta y los grandes planes que tienen las ciudades con este medio de transporte pasan por romper esas barreras que mantienen a las mujeres alejadas.

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