Así es como se sienten los niñ@s con TEL (Trastorno Específico del Lenguaje): extranjeros en su propia lengua materna. Nos lo explican Carmen Sierra, médico de familia y vocal de la asociación TEL-EUSKADI, y Noemí Fariña, logopeda e investigadora en el Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL). Acaban de impartir un curso sobre comunicación y lenguaje: el TEL y la dislexia, para pediatras y médicos de familia y la semana que viene darán una charla abierta a la ciudadanía. El objetivo: dar a conocer la labor del logopeda en el TEL y en otras dificultades relacionadas con el lenguaje y concienciar al entorno de los niñ@s sobre la importancia de un diagnóstico temprano y una estimulación adecuada.

 

¿Qué es el trastorno específico del lenguaje?

Los niños que padecen TEL presentan un conjunto de dificultades en la adquisición y desarrollo del lenguaje, que básicamente afecta a la comprensión y expresión y también a nivel fonológico, semántico… Se trata de una distorsión que puede abarcar a todas las dimensiones del lenguaje, herramienta esencial de los seres humanos y es una dificultad que persiste durante toda la vida.

¿A qué porcentaje de la población afecta?

Se calcula que el 14% de los niñ@s tienen un inicio tardío del lenguaje, entidad que puede diagnosticarse a los 2 años, y de estos algo menos de la mitad evolucionarán a TEL, es decir, afecta a aproximadamente el 7% de la población. El diagnóstico se puede realizar en torno a los 4-5 años, aunque es importante actuar mucho antes a pesar de no tener diagnóstico.

¿Qué síntomas presenta un niñ@ con TEL y como pueden detectarlos las familias?

En la mayoría de los casos los primeros signos aparecen hacia los dos años, cuando los niñ@s con un desarrollo típico del lenguaje ya suelen ser capaces de utilizar unas 50 palabras y unir dos conceptos en una frase. Si el nuestro no lo hace y vemos, por ejemplo, que utiliza siempre palabras sencillas, no hace frases de dos palabras, no utiliza verbos…deberíamos estar vigilantes y consultarlo con un logopeda. Otra pista nos la dan sus gestos: los niños con TEL gesticulan y señalan mucho, puesto que les resulta más sencillo que hablar.

Las familias pueden no darle importancia y pensar que “ya hablará”.

Sí, y quizás en algunos casos sea así, pero en otros podemos estar ante un niñ@ con alguna dificultad y en este caso la intervención temprana es fundamental. Es importante consultar con un profesional y quitarnos la duda, al igual que lo hacemos con otros aspectos de la salud del niño/a. Preguntar no está nunca de más.

¿Es por eso por lo que se tarda demasiado en diagnosticar el TEL?

En parte sí, porque aún hay mucho desconocimiento entre las familias y el entorno del niño (profesionales médicos, guardería y/o colegios, etc.). Eso hace que se tarde en identificar los síntomas y que muchas familias ni siquiera sepan dónde ir.

Pero el diagnóstico tardío también responde a las particularidades del propio trastorno. Y es que los primeros síntomas del TEL coinciden con otras patologías y por ello se necesita tiempo para comprobar que los síntomas perduran y que efectivamente estamos ante un trastorno específico del lenguaje. Hoy en día, la media del diagnóstico de TEL está en los 7-8 años del niñ@, a pesar de que con unos 4 o 5 años ya podríamos disponer del diagnóstico.

De todas formas, esto no impide que puedas trabajar con ese niñ@ desde los primeros síntomas (hacia los dos años) y ofrecerle una estimulación temprana. Por eso es importante que las familias acudan a un logopeda.

¿Hay también un desconocimiento en torno a la figura del logopeda?

Sí, así es. A pesar de que las familias identifican que algo no va bien en el lenguaje de su hijo/a, tardan en reaccionar y el camino hasta que acuden al logopeda es, la mayoría de las veces, bastante largo: acuden al pediatra, al psicólogo… hasta que finalmente dan con el logopeda.

Es cierto que a día de hoy hay poquísimos logopedas en el sistema de salud público y los que hay están saturados de trabajo atendiendo, sobre todo, dificultades derivadas de patologías médicas (como una rehabilitación tras un ictus). Evidentemente esta situación tampoco ayuda. En Alemania, por ejemplo, todos los niñ@s pasan por el logopeda cuando cumplen 4 años para detectar posibles dificultades.

¿Qué consecuencias tiene en la vida de los niñ@s este trastorno?

Solemos decir que los nin@s con TEL son “extranjeros en su propia lengua”. Les cuesta dominar una de las herramientas más esenciales en la vida de cualquier ser humano: el lenguaje. Lo usamos para interpretar el mundo que nos rodea, para pensar, para dialogar con nosotros mismos, para planificar, para relacionarnos con los demás… Por lo tanto, lo que otros niñ@s aprenden de forma natural, los niñ@s con TEL deben aprenderlo de forma consciente, con un esfuerzo mucho mayor.

Hay que entender que, además, son perfectamente conscientes de ello y aunque depende de cada niñ@ (de su grado de dificultad, la intervención profesional que reciba, el entorno socioeducativo en el que se sitúe) estas dificultades suelen tener consecuencias en su nivel académico, sus relaciones sociales, su autoestima… Lo ideal es que se trabaje con ellos en diversos ámbitos y de forma coordinada: familia, colegio, logopeda, psicólogo…

Hay mucho trabajo por hacer. ¿En ello está la asociación TEL-EUSKADI?

La asociación TEL-EUSKADI nace en el año 2013, precisamente por iniciativa de diez familias con niñ@s que tienen TEL. Decidieron organizarse para poder atender mejor las necesidades de sus hij@s y ayudar a otras familias y niños/as con el mismo trastorno.

La asociación organiza a día de hoy diversas actividades, como talleres y cursos, exposiciones, ponencias, excursiones… Además, desde la Asociación se hace una labor permanente de divulgación y concienciación sobre el TEL, con el fin de dar a conocer este trastorno aún desconocido para muchos y ayudar a identificar lo antes posible los síntomas en los niños/as.