Psicotécnicos: Cómo adaptar un coche para discapacitados

Psicotécnicos: Cómo adaptar un coche para discapacitados

 

Los aspectos relacionados con el colectivo de discapacitados siempre son complicados de resumir en un artículo. Existen muchos y muy diversos tipos y grados de discapacidad, por lo que las circunstancias de cada caso siempre son muy concretas y lo que le sirve a uno, puede no servirle a otro.

Cuando en seguridad vial hablamos de discapacitados, realmente a quienes tenemos en mente es a las personas con movilidad reducida, obviando otros tipos de discapacidad como la psíquica, la auditiva o la visual.

Es más, el concepto de movilidad reducida en España está regulado por el RD 19711/1999 con un baremo que contempla hasta siete grados diferentes según el grado de discapacidad. Y es que no solamente debemos hablar de aquellos que deben desplazarse en silla de ruedas. También aquellos que deben hacerlo con la ayuda de muletas o que simplemente tengan algún problema en alguna extremidad superior.

Todos ellos tendrán problemas y limitaciones a la hora de acceder o conducir un vehículo. Y como bien dice la Fundación ONCE es un trance complicado especialmente para los que se han visto en la situación tras un accidente de tráfico. Sin embargo no es imposible, pero cada caso tendrá sus circunstancias concretas y sus soluciones específicas. Por eso este artículo pretende servir de orientación, pero nunca sentar cátedra.

Qué opciones tienes las personas con movilidad reducida para desplazarse en coche

Scooter para minusválido

La opción más obvia es que una segunda persona lleve al discapacitado en un vehículo. Éste, aunque no esté en condiciones de conducir, puede comprar un vehículo y tenerlo a su nombre. Podrá beneficiarse de las ventajas fiscales y solicitar la tarjeta para aparcar en plazas de aparcamiento para discapacitados, siempre con la intención de que sea otra persona la que conduzca el vehículo. Eso sí, en teoría la segunda persona no podrá hacer uso particular del mismo ni por supuesto aparcar en una plaza reservada si no es con el fin de desplazar al usuario con movilidad reducida.

En el caso de que discapacitado no quiera depender de una segunda persona y quiera conducir su propio vehículo, existen varias opciones, dependiendo de su grado de discapacidad. La más económica es con un vehículo de licencia LCM, específica para personas minusválidas y disponible a partir de los catorce años. En esta categoría encontramos pequeños vehículos y de baja potencia como scooters de tres ruedas o cuadriciclos.

Pero para quien quiera ir más allá, también existe la posibilidad de conducir un automóvil, eso sí, debidamente adaptado. Por suerte, también existen cada vez más fabricantes específicos que lanzan modelos en exclusiva para usuarios con movilidad reducida.

Cómo adaptar un coche para personas de movilidad reducida

Coche adaptado a discapacitado

Generalmente el automóvil adaptado será una unidad ordinaria de un modelo de calle al que se le hayan realizado las modificaciones necesarias. Estas modificaciones dependerán del tipo y grado de discapacidad que tenga el usuario, y vendrán determinadas por el reconocimiento médico que debe pasar para evaluar su minusvalía. Este reconocimiento médico es, además, necesario para la persona pueda obtener el permiso de conducir, también en el caso de personas que ya tenían un permiso con anterioridad a su minusvalía.

Para hacer las modificaciones, se puede recurrir a un fabricante y encargar un nuevo vehículo con las adaptaciones realizadas. O si ya se posee un vehículo sin adaptar o se ha comprado de segunda mano, se puede encargar a un taller homologado para realizar este tipo de trabajos. Incluso existen talleres con personal discapacitado que aportan tu experiencia personal.  En cualquier caso, siempre se tomará como base el informe realizado en el reconocimiento médico.

El último paso es pasar la ITV para certificar que el vehículo ha sido adaptado de acuerdo al informe y a la legislación vigente. Una opción es, si el taller hace uso de los llamados “Conjuntos Funcionales” (paquetes de modificaciones estandarizados), no será necesaria la prueba técnica y bastará con entregar un informe de conformidad que el propio taller puede encargarse de gestionarlo.

Qué adaptaciones se pueden hacer a un coche para personas con movilidad reducida

coche adaptado a discapacitado

Como decimos, son muchas las modificaciones que se le pueden hacer a un vehículo para adaptarlo a una persona discapacitada, tanto si ésta va a ser conductor o si va a viajar como acompañante. Son muchos los fabricantes especializados en equipamiento de este tipo, pues son muchas las necesidades concretas que este colectivo necesita para su movilidad.

En general, podemos dividir las adaptaciones entre las de accesibilidad y colocación en el vehículo, que serán necesarias para las personas en silla de ruedas, y las de conducción, para quienes opten por conducir ellos mismos. Entre las primeras, las más comunes son las rampas telescópicas o plegables que permiten al usuario introducirse con su silla de ruedas o sistema de movilidad en el interior del vehículo. Pero también podemos encontrar soluciones como plataformas elevadoras o rebajes de piso para los vehículos de mayor altura.

Otra alternativa es que la persona discapacitada vaya en uno de los asientos del vehículo. Para ello existen los llamados sistemas de transferencias de personas, que ayudan al usuario a cambiarse de su silla de ruedas a la del vehículo. Las más comunes son el sistema turny, que permite que el asiento del vehículo gire para facilitar el cambio, o el carony, que permite deslizar el asiento de la silla de ruedas al interior mediante guías. Incluso existen robots que, una vez que el usuario se ha colocado en el interior, recogen la silla y la guardan en el interior del maletero o de un arcón de techo.

conductor discapacitado

Pero si lo que la persona discapacitada quiere es conducir su propio vehículo, existen multitud de dispositivos que complementarán la conducción ante la falta de funcionalidad de algunas de las extremidades inferiores o superiores. En general, podemos encontrar desde controles manuales que sustituyen las funciones de los pedales, hasta telemandos o satélites multifunción que centraliza tareas básicas como el claxon, luces, intermitentes… para aquellas personas que sólo puedan mover un brazo.

Como vemos, adaptar un vehículo a las necesidades de cada caso no es complicado y no son pocos los talleres en España que lo realizan, basta con hacer una búsqueda en Google. Y aunque evidentemente todo tiene su coste, existen ayudas para poder sufragar parte de los costes. Así que si por desgracia te ves en esa situación, nunca tires la toalla, porque nada ni nadie debería quitarnos la ilusión de conducir.

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