Es un hecho comprobado que el tránsito ciclista en nuestras carreteras, tanto en entornos urbanos como en vías interurbanas, va en aumento con los años. En este contexto, señales como la P-22 se están convirtiendo en un elemento de prevención imprescindible. Sin embargo, ese mayor éxito de la bicicleta está significando un incremento de la siniestralidad. Tanto es así que 2018 está resultando un año aciago para la seguridad de los ciclistas.

Ante esta situación, el Gobierno reaccionaba a principios de año con un plan para la protección y seguridad de los ciclistas. Este incluía una serie de acciones como la realización de estudios de siniestralidad ciclista, un plan de vigilancia de los colectivos relacionados con la bicicleta, la puesta en marcha de varias campañas de concienciación e inversiones en la infraestructura viaria.

En este último apartado, se incluyen medidas como la creación de rutas ciclistas o la instalación de marcas de separación de 1,5 metros y señales inteligentes. Buen ejemplo de esto es la última iniciativa de la DGT dentro del plan y que tiene que ver con la señal P-22.

Una nueva y smart P-22

La señal P-22  se enmarca dentro del grupo de aquellas que sirven para advertirnos de un peligro. En este caso, indica la proximidad de un paso para ciclistas (como puede ser un carril bici) o de “un lugar donde los ciclistas salen a la vía o la cruzan”.

Partiendo de esta base, la DGT ha utilizado la señal P-22 para innovar un nuevo sistema de protección y alerta de ciclistas. Este es válido tanto si van circulando en grupo o lo hacen de manera aislada. El sistema consiste en aplicar sobre la P-22 una señalización luminosa que se mantiene encendida durante un tiempo determinado. De este modo, el conductor puede advertir la presencia de ciclistas.

La P-22 reformulada añade un detector y tres indicadores lumínicos. Una vez que el ciclista es detectado por el sistema, las luces se activan y se mantienen parpadeando. La solución se muestra potencialmente útil para tramos de carretera que se caractericen por una escasa visibilidad, como en curvas cerradas o cambios de rasante.

La señalización ya funciona en La Rioja

El sistema, calificado de pionero, ha comenzado a probarse en la red de carreteras de La Rioja. En concreto, se han elegido 16 puntos kilométricos de cuatro carreteras de esta comunidad autónoma: la LR-111, LR-250, LR-254 y LR-255. Tres de estas están catalogadas como las ya mencionadas rutas ciclistas protegidas.

Para realizar esta instalación de señalización dinámica, la DGT ha invertido 55.000 euros. De probarse eficaz en esta primera prueba en La Rioja, ya se piensa en extender su aplicación al resto de nuestra geografía. Según el subdirector de Operaciones y Movilidad de la DGT, Jaime Moreno, la señalización contribuirá “a proteger a un colectivo muy vulnerable, como es el ciclista, a lo que deseamos se sume una conveniente concienciación y sensibilización por parte de los conductores“.

Y es que, como apuntaba el Director General de Tráfico, Gregorio Serrano, en el reciente Salón Trafic 2017, proteger a un colectivo como el ciclista es una obligación para las autoridades. Si tomamos las estadísticas del año 2016, en España tuvieron lugar 7.673 accidentes con ciclistas implicados. En los mismos perdieron la vida 67 ciclistas y 736 tuvieron que ser hospitalizados. La tendencia es que los accidentes se produzcan en mayor número en vía urbana, pero que el mayor riesgo de muerte esté en vías interurbanas.

Mejorando la convivencia en carretera

Este es el motivo por el que la inversión en infraestructura viaria, como el nuevo sistema que implica a la señal P-22, sigue siendo fundamental para la protección del colectivo ciclista. Del mismo modo, estamos conociendo la puesta en marcha de nuevos proyectos que implican la creación de nuevos carriles bici aislados, como el caso del de la M-501 en Madrid.

Se trata de un esfuerzo por la Seguridad Vial que han de acometer, no solo las autoridades, sino también conductores y ciclistas, comenzando por la concienciación y el respeto a la normativa para facilitar la convivencia en carretera. Solo así podremos lograr que los accidentes en los que se ven ciclistas involucrados no crezcan por encima de lo que lo está haciendo el uso de la bicicleta.