- “Los riesgos para la población con problemas de salud crónicos en general disminuyen si están siendo tratados y controlados adecuadamente”, Carlos Martín, médico de familia.
23 junio 2020
¿Puede el COVID-19 haber mermado su capacidad para conducir? Esta duda puede asaltar a cualquier conductor que haya padecido la enfermedad y pretenda hacer un viaje por carretera durante este verano.
“Si ya no se tienen síntomas, se puede conducir sin ninguna limitación. Aunque, en el caso de padecer aún alguna secuela, es muy importante comentarlo con el médico de familia, ya que determinadas patologías tienen secuelas que no permiten la conducción”, explica el doctor Carlos Martín Cantera, médico de familia y miembro del Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud de la semFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria).
Además, en caso de estar en tratamiento, el doctor Martín destaca la importancia de consultar los prospectos de los medicamentos para asegurarnos de que no están contraindicados para la conducción: “Actualmente los medicamentos disponen de un pictograma que avisan de la dificultad o dudas sobre la conducción” y advierte de peligro de las “interecciones que pesenta las fármacos entre sí en el caso de estar tomando medicación para patologías crónicas”.
Respecto a la relación entre enfermedad crónica y mayor índice de accidentabilidad, el doctor Martín apunta que actualmente “los riesgos para la población con problemas de salud crónicos en general disminuyen si están siendo tratados y controlados adecuadamente, con excepción de algunos problemas de salud crónicos muy específicos”, entre ellos la dependencia o el abuso de alcohol, la demencia, la epilepsia, la esclerosis múltiple, los desórdenes psiquiátricos, la esquizofrenia, el síndrome de apnea del sueño y las cataratas.
Consejos para antes y después del desplazamiento
Si tiene programado un viaje por carretera, la semFYC aconseja:
● Elegir itinerarios adecuados y las vías menos conflictivas.
● Descansar antes de iniciar el viaje y no hacerlo en caso de somnolencia.
● No consumir alcohol ni otros estimulantes.
● Evitar que el equipaje limite la visibilidad.
● Controlar que los niños usen los dispositivos de retención infantil.
● Usar siempre el cinturón de seguridad, incluso en desplazamientos cortos.
● Ajustar su velocidad a las circunstancias de la circulación y de la vía.
● Respetar la distancia de seguridad entre vehículos.
● Descansar entre 15 y 30 minutos cada 2 horas de viaje. Es aconsejable que los conductores mayores descansen cada hora de viaje.
● Evitar distracciones como consultar mapas o GPS, marcar y usar un teléfono móvil, sintonizar la radio… Mirar un mensaje de whatsapp supone apartar la vista de la carretera durante 5 segundos, tiempo suficiente para recorrer una distancia equiparable a un campo de fútbol.
● También son muy peligrosas las distracciones relacionadas con tratar de alcanzar objetos como gafas de sol o algo del asiento del copiloto.
● En caso de avería retire el vehículo de la vía, utilice los triángulos de preseñalización de peligro colocándolos a 50 metros antes del lugar de parada.
Asimismo la semFYC destaca que “no es obligatorio el uso guantes y mascarilla” si se viaja con personas con las que se convive, a diferencia de si se comparte vehículo con personas con las que no se convive o no se conoce: “En este caso, hay que asegurarse de que todos los pasajeros usen mascarilla en el interior del vehículo, tal y como ordena la normativa vigente. Además, no deben viajar más de dos personas por hilera del vehículo”.
Y a la hora de desechar los guantes y las mascarillas, desde la asociación explñican que “en estos dos elementos se acumulan los virus, por lo que hay que tener una especial precaución y depositarlos en los lugares indicados a tal efecto