Psicotécnicos: El efecto mirón, ¿sabes por qué es sancionable?

Psicotécnicos: El efecto mirón, ¿sabes por qué es sancionable?

 

El efecto mirón tiene una causa y unas consecuencias para la seguridad vial. La definición que más se ajusta a éste factor de riesgo es la que nos dio Jaume, hace tiempo, para referirse a los mirones: La irresistible tentación que siente cualquier conductor, igual que el resto de pasajeros, al pasar por dónde ha acaecido un desgraciado accidente y ralentizar la marcha para mirar, a ver si tenemos la dudosa suerte de ver un hígado humano desparramado por la carretera. Algo así, explica la noticia sobre lo ocurrido en una carretera alemana tras el comportamiento de algunos conductores en conseguir imágenes de un siniestro vial y donde son sancionados por la policía:

El vídeo que está de actualidad en las redes sociales hace famoso también a un policía que reprocha la actitud de aquellos conductores que reducen la marcha para sacar fotos del escenario y de las personas allí presentes:

El policía se dirige a los conductores con dureza y los reprende por su curiosidad o morbo: «¿Quieres ver un muerto?, ¿Hacerle fotos? ¡Vamos!, llega a decir a uno de los curiosos. El conductor, arrepentido, se disculpa antes de que el agente lo lleve a la escena del siniestro.

La curiosidad extrema, también tiene un precio

De todas maneras el efecto mirón no está solamente relacionado con los siniestros viales. Basta para que ocurra algo en la carretera a nuestro paso, como por ejemplo: presencia de policía de tráfico, obras en la calzada, buscar un aparcamiento, un cartel o valla publicitaria, etcétera…, para que de forma consciente o inconsciente, apartemos la vista. Una desatención a la conducción que puede traer consecuencias:

En éste vídeo se muestra como por culpa del efecto mirón nos olvidamos de que no podemos detraer nuestra vista hacia el frente cuando vamos conduciendo:

Una simple mirada para ver qué ha pasado al otro lado de la carretera o en uno de los arcenes supone una reducción de velocidad que provocan frenazos bruscos a los conductores que circulan detrás. En ocasiones, una retención totalmente inesperada metros atrás que puede generar más de un siniestro, incluso, mayor que el ocurrido. Situaciones así son las que explican a veces las colisiones por alcances en tramos sin aparentes problemas como, por ejemplo, en los carriles de la izquierda o en tramos rectos. El origen está en el efecto mirón o en los mirones que reducen la velocidad de manera brusca y sin motivo justificado.

De ahí, que el Reglamento General de Circulación contemple, en uno de sus artículos, la sanción o multa con 80€ por el hecho de conducir un vehículo sin mantener la atención permanente a la conducción. Caso que podría aplicarse a los conductores que de manera injustificada provocan retenciones, incidentes con otros usuarios o, simplemente, no cumplen con las señales de los agentes de tráfico cuando están regulando la circulación tras un siniestro vial.

Qué podemos hacer para evitar el efecto mirón

Algunos siniestros viales generan otros siniestros viales tras aminorar la marcha para mirar el suceso. Un ejemplo claro lo tenemos cuando circulamos por una autovía o autopista y vemos en la calzada contraria algún incidente con ocasión del tráfico. Los expertos de la DGT nos dicen que si existe un atasco por el suceso que vemos al otro lado, nuestro comportamiento curioso hace que provoquemos otro atasco en nuestro sentido de la marcha. Pues bien, para evitar que esto ocurra damos unos consejos:

– Lo principal, vencer esa curiosidad o morbo y seguir nuestro itinerario sin mirar lo que ha pasado al otro lado.

– Si decidimos parar para ayudar, no podemos aminorar la marcha ni frenar sin motivo. En todo caso, realizaremos el protocolo PAS, es decir, proteger, avisar y socorrer. Siempre en un lugar seguro y también para el que protege.

Mirar constantemente por los retrovisores tanto exteriores como por el interior para ver si nos siguen vehículos. Es importante no provocar una colisión por alcance.

Circular a velocidad moderada por el lugar del suceso ante la posibilidad de que puedan interferir o cruzarse tanto personas como vehículos que estén implicados en el hecho o se trate de personal de policía, servicios y rescate.

Por parte de la administración, además de informar a los usuarios en carretera a través de la radio sobre los hechos puntuales que ocurran en la misma, podría señalizar e informar a través de paneles luminosos y de manera coordinada con los centros que gestionan el tráfico. También sería interesante, por parte de los servicios de policía, asistencia medía y rescate, la colocación de mamparas, a modo de cortinas, que pudieran no sólo proteger la escena del suceso sino también de aislar a los mirones.

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