El taller más ecológico de España está en Valladolid. CREA centro del automovil es el sueño de Alicia Soba y Javier Castaño, dos jóvenes procedentes de sectores tan distintos como la Automoción y la Educación. Su empresa, un taller de mecánica, chapa y pintura con una propuesta de diferenciación que resulta casi poética: combatir la contaminación con plantas.
Charlamos con ambos para conocer las motivaciones que les llevaron a emprender este proyecto, cómo han conseguido darle forma y cuál ha sido la recepción del público.
Contaminación en los talleres
La contaminación que genera un taller común se divide en dos bloques principalmente: los gases de combustión generados por los motores de la cabina y el propio CO2 de los coches, y la pintura y los disolventes que se utilizan en los procesos de reparación. “Todas estas sustancias son inevitables en un taller de reparación”, nos aclara Javier.
Así, aparte del propio monóxido de carbono propio de los motores de combustión, podemos encontrar sustancias como el formaldehido, presente en los productos de madera prensada y tapicerías, y que produce reacciones alérgicas, irritaciones o asma; el tricloroetileno, potente cancerígeno localizado en tintas, pinturas y barnices que puede afectar a hígado o riñones; o el benceno y xileno presentes en aceites, pinturas, plásticos y gomas, que irritan ojos y piel y que pueden ocasionar dolores de cabeza, pérdida de apetito y somnolencia.
Sin embargo, Javier y Alicia prevén un futuro mejor, ya que “cada vez los fabricantes invierten más en I+D y consiguen vehículos con menos emisiones, recambios más eficientes y compuestos menos contaminantes”.
Las plantas como arma contra la contaminación
Lo primero que llama la atención de CREA es que no parece un taller: Espacios pulcros y estéticos, una sala de espera abierta al taller “en busca de la transparencia en el trabajo” y dependencias menos comunes como una sala de formación o una zona infantil. Y por supuesto, todo completamente accesible para minusválidos.
Pero si hay una cosa que llama la atención en CREA son las plantas. Más de mil ejemplares de distintas especies que se encuentra omnipresentes por todas las instalaciones. Pero su función, más allá del meramente estético, se centra en combatir las distintas emisiones contaminantes que pueda producir el taller.
Alicia y Javier han basado su elección en varios estudios, sobre todo en el elaborado en 1989 por la NASA y el investigador Bill Wolberton. Estos llegaron a la conclusión de que determinada especies de plantas como el ficus, la hiedra, el tronco del Brasil o los helechos “tenían sorprendentes capacidades para purificar el aire de las sustancias nocivas más comunes”.
En CREA, por su parte, han apostado por especies como la lengua de tigre, la areca o el aloe vera, “que distribuimos tanto en la zona de mecánica como en las zonas de oficina”. Pero reservan grandes absorbentes como la cinta o el spathiphyllum para la zona de chapa y pintura, porque “es aquí, dado el uso de disolventes, desengrasantes, pintura y productos químicos donde se concentran mayor proporción de sustancias nocivas”.
Medidas para lograr una instalación eficiente
Aunque el nivel de emisiones de los vehículos sea cada vez menor y buena parte de ellas puedan ser absorbidas por las plantas, Alicia y Javier consideran importante que “utilicemos todas las herramientas posibles para reducir al máximo nuestro impacto medio ambiental”.
Por eso, además del uso de plantas purificadoras, en CREA se toman otras medidas para reducir el impacto. Las pinturas son de base agua, y los productos utilizados tienen un VOC (compuestos orgánicos volátiles) muy bajos. El consumo energético también es fundamental, por eso también utilizan barnices de secado rápido a baja temperatura y su cabina cuenta con una gran potencia, “lo que hace que las temperaturas deseadas se alcancen más rápidamente bajando así su consumo”.
También son conscientes de la importancia de la gestión de los residuos: aceites, neumáticos, plásticos, lunas, disolventes… “Todo ello tenemos empresas encargadas de su reciclaje, todo va a su correspondiente sitio”, nos aclara Alicia. También buscaban una iluminación eficiente, que por supuesto es LED tanto en naves como en oficinas, “aunque he de decir que no pasan mucho tiempo encendidas ya que buscamos que las naves contarán con la suficiente luz natural como para no necesitar ningún apoyo durante el día”.
Sorpresa y buena recepción del público
Por una cosa u otra, es habitual que tengamos que llevar nuestro coche al taller. La motivación de Alicia y Javier por hacer las cosas diferentes es concienciar al público sobre la contaminación que supone una actividad así, y hacerle ver que las cosas se pueden hacer una forma diferente. “Quizás aún llevamos la vena de la educación”.
Por eso, sus clientes se sorprenden la primera vez que acuden a CREA. “Nadie piensa que las plantas estén ahí por otro fin que no sea el estético. Cuando les explicas su función, quedan un tanto alucinados”. Aunque esta estética diferenciadora les ha podido causar algún contratiempo. “Otros clientes ni tan siquiera encuentran el taller, porque aunque estén delante no se imaginan que ahí se reparen coches”. “Como anécdota”, cuenta Javier, “cuando estábamos en fase de construcción, muchos vecinos pensaban que podríamos ser un vivero”.
Sabemos los altos gastos que conlleva un taller de mecánica, y apostar por la diferenciación tampoco aligera los costes. CREA ha sido un proyecto llevado a cabo sin subvención alguna, con lo que el apoyo recibido ha sido siempre de los clientes satisfechos y de las publicaciones especializadas que se han hecho eco. También recientemente han estado contactando con las aseguradoras para hacerse taller concertado. “Hemos enviado los dosieres y nos mantenemos a la espera”.
Y por supuesto, Alicia y Javier no paran de investigar nuevas especies de plantas y localizar productos menos contaminantes. Aunque el siguiente paso de futuro lo tienen claro: “Consideramos fundamental que nuestros coches de cortesía sean híbridos o eléctricos, pero de momento sin ayudas tendremos que esperar”. Confiemos en que la espera no sea larga