Psicotécnicos: Guía para la elección y compra de un casco ciclista

Psicotécnicos: Guía para la elección y compra de un casco ciclista

El casco  es un elemento esencial para la circular en bicicleta. Sea su utilización obligatoria o no, la recomendación es no dejar de usarlo. Y es que está probado que se trata de un elemento capaz de de reducir la gravedad de las lesiones en caso de accidente y de, dado el caso, salvar la vida al ciclista tal y como ocurre con los motoristas.

Es por esto que a la hora de elegir y comprar el casco ciclista que se vaya a utilizar de forma rutinaria se ha de prestar cierta atención. Dada la gran variedad de cascos que se ofertan en el mercado, no se trata de una compra para la que se haya de poseer altos conocimientos técnicos. Sin embargo, es importante que se tengan en cuenta algunos parámetros básicos.

Recomendación y obligatoriedad del casco ciclista

Como os hemos contado recientemente en Circula Seguro, no en todas las situaciones viales el uso del casco ciclista es obligatorio. Esto ocurre, por ejemplo, cuando se transita por vías urbanas. Los límites de esa obligatoriedad vienen establecidos en el Reglamento General de Circulación (Real Decreto 1428/ 2003, de 21 de noviembre):

Los conductores de bicicletas y, en su caso, los ocupantes estarán obligados a utilizar cascos de protección homologados o certificados según la legislación vigente, cuando circulen en vías interurbanassalvo en rampas ascendentes prolongadas, o por razones médicas que se acreditarán conforme establece el artículo 119.3, o en condiciones extremas de calor.

En cualquier caso y como ya se ha apuntado, la opción más recomendable desde el punto de vista de la seguridad vial y protección del ciclista es que se use siempre. Así lo han venido demostrado a lo largo de los años diferentes estudios en todo el planeta.

Desde la Fundación MAPFRE y su labor de protección de los ciclistas también han aportado sus recursos a esta materia, realizando informes que recopilan lo investigado en varios países o desarrollando materiales didácticos que conciencian sobre el uso del casco.

Los datos recolectados a nivel global indican que el casco ciclista previene alrededor de entre el 40 y el 90 por ciento de todas las lesiones graves en la cabeza (cuero cabelludo y cráneo) y el cerebro. Los estudios también demuestran que la protección que ofrece el casco es aún más relevante para el caso de los niños.

¿Qué tener en cuenta para comprar un casco ciclista?

elegir casco ciclistaEl primer y casi obvio criterio en la selección que hagamos para comprar un casco ciclista se refiere al tipo de ciclismo que se practique. La oferta de cascos es muy variada y las características de los mismos se adaptan a si practicamos ciclismo de carácter deportivo, como puede ser MTB o de carretera; o si por el contrario utilizamos la bicicleta con un mero uso funcional para nuestros desplazamientos diarios.

Esa oferta tan diversa también se traduce en una horquilla de precios muy amplia. Por eso y según el tipo de ciclismo para que el busquemos protección, se ha de prepara un presupuesto u otro. Es cierto que existen cascos ciclistas con precios muy elevados. Es preciso analizar que en estos casos puede darse la situación de que el precio se eleve porque, aparte de la protección, ofrezcan una ligereza añadida al ciclista o estén diseñados con materiales innovadores.

En cualquier caso, se ha de prestar atención en la correcta homologación del casco. Los parámetros de la misma los encontramos en la Directiva Europea 89/686/CEE. Esto se traduce en una certificación que los cascos que se venden en la Unión Europea han de poseer y que garantiza sus estándares de protección. Para cerciorarnos de esto, podemos buscar en el producto la clave EN 1078 junto con el símbolo CE.

Talla, ventilación y peso

Una vez tengamos claro qué uso vamos a darle al casco, podemos comenzar con la selección teniendo en cuenta tres factores principales: la talla, la ventilación y el peso del casco. En el caso de la talla, muchos fabricantes suelen ofrecer tres tipos de medidas en sus cascos. Estos, a su vez, publican a qué medida craneal corresponde cada talla.

Para saber cuál es el que se adecua mejor podemos medir nuestro perímetro craneal, que se mide alrededor de nuestra cabeza tomando como referencia de la frente por encima de las cejas. El casco puede contar con elementos de ajuste posteriores que lo adapten aún más, sin embargo, la elección de la talla constituye un primer paso más determinante. Por ejemplo, un casco demasiado pequeño puede ocasionarnos bastantes molestias.

La ventilación es otro punto importante, en especial si se le va a dar un uso deportivo de utilización durante varias horas. Se trata de detectar si el casco ofrece, a través de sus hendiduras, un paso del flujo del aire. Para ello, podemos colocarlo contra una pared y, mirándolo de frente, comprobar si es posible ver el color de la pared a través de sus agujeros frontales.

El peso del casco también guarda relación con el tiempo de uso que lo vayamos a utilizar. Un casco pesado en exceso puede propiciarnos molestias a largo plazo. El peso está relacionado de forma directa con el tipo de material con que se ha fabricado.

Ajuste y comodidad ante todo

elegir casco ciclistaDe cara la protección que el casco pueda aportarnos, resulta interesante que podamos probarlo de antemano. Así será posible comprobar algunos de los factores mencionados y, además, asegurarnos de que sus ajustes y sistema de abrochado.

Para que pueda garantizar la protección, hemos de posicionar y abrochar el casco de una forma correcta. Esto equivale a que deje una distancia aproximada de dos dedos con respecto a las cejas, en el plano horizontal de nuestra cabeza sin que dificulte la visión. Del mismo modo, ha de estar bien sujeto con un sistema de correas y anillo o ajuste.

Una vez comprobado esto, podemos medir su comodidad. Este factor es bastante subjetivo, depende de cada usuario. Suelen influenciar los sistemas de ajuste que posea el casco (que permita ajustar alturas, diferentes posiciones o alturas de la cabeza mediante ruedecilla u otros métodos) y el acolchamiento. Los cascos presentan muchos tipos de prestaciones teniendo en cuenta estos dos últimos sistemas. En cuestión de almohadillas, es posible encontrar diferentes grados de esponjosidad y hasta tejidos antibacterianos para paliar el efecto del sudor.

El casco puede salvar tu vida, pero no es para toda la vida

Dentro del mantenimiento del casco hay que tener en cuenta que se ha de tratar con una relativa cautela, evitando golpes innecesarios y limpiándolo periódicamente. Para esto puede bastar la utilización de agua y jabón. También es preciso saber que el casco ciclista, al igual que ocurre con los de moto, tiene fecha de caducidad. Según el modelo puede oscilar entre los dos y los cuatros años. Una vez pasado el tiempo marcado la protección que garantiza puede verse reducida.

Todos estos detalles no dejan de ser fundamentales para la seguridad de los ciclistas. No se puede dejar de infravalorar la importancia del material y la equipación a la hora de circular en bici, como por ejemplo ocurre a la hora de elegir cubierta o abrigarnos en invierno. En el caso del casco y el papel que juega en nuestra protección en la bici, estos detalles en su selección cobran aún más relevancia.

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