Que 2018 no ha sido un buen año para la seguridad vial de nuestro país ya lo sabemos. La DGT lo sabe y ya tiene en marcha algunas medidas para atajar los principales problemas. Sin embargo, el aumento de víctimas mortales por atropello en vías interurbanas (un 45% más que en 2017) parece haber cogido por sorpresa a sus responsables, que no saben discernir las causas. En total han sido 149 fallecidos, 46 más que en 2017.

Estadísticamente, es cierto que cuando las cifras son «bajas» (nunca son bajas cuando se trata de personas fallecidas), los porcentajes son más llamativos; pero el incremento es lo suficientemente alto como para poner el foco de atención en ello. Además, el aumento es sensiblemente superior al conjunto de víctimas mortales por atropello (vías urbanas e interurbanas): 386 muertos, 35 más que en 2017. En este sentido, la siniestralidad fuera de la ciudad ha contribuido –negativamente– en gran medida a estas cifras.

Mayores de 65 andando por la noche y conductores parados en la autovía

La DGT apuntaba a algunos motivos atendiendo a las circunstancias más habituales de estos atropellos mortales. Por ejemplo el tipo de vía, aunque en este caso no parece haber mucho condicionante: del total de atropellos mortales, 80 tuvieron lugar en vías convencionales (un 48% más que el año anterior) y 69 lo fueron en autopistas y autovías (un 41% más), prácticamente a la par.

Sí parece que tiene una incidencia mayor la hora del día; 104 de los 149 víctimas mortales fueron atropellados durante la noche, lo que podría apuntar a la falta de visibilidad como uno de los motivos principales. Pero este dato podría chocar con la tipología del tramo con más incidencia de atropellos, ya que la mayoría tuvieron lugar en rectas, en un 60% en el caso de las carreteras convencionales y en un 58% en el caso de las autovías y autopistas.

Si nos fijamos en las circunstancias de las víctimas, encontramos diferencias entre los atropellos ocurridos en carretera convencional y los ocurridos en autovía. En el primer caso, vemos que una amplia mayoría de fallecidos (44 de los 80) tenían más de 65 años. En el segundo, 40 de las 69 víctimas mortales tenían entre 35 y 54 años. Con todos los datos en la mano, la DGT podría haber esbozado dos perfiles de víctimas mortales por atropello habituales muy diferentes entre sí.

Por un lado, tenemos al peatón mayor de 65 años de edad que camina y cruza por carreteras convencionales, por la noche y sin el uso de prendas reflectantes. Por el otro, al conductor de entre 35 y 54 años que, circulando de noche por autovía o autopista, que detiene su vehículo por avería; serían atropellados mientras colocaban los triángulos o realizaban la reparación, posiblemente sin haberse colocado el chaleco reflectante. Un último colectivo, el de los trabajadores de obra pública y los técnicos de mantenimiento, estarían también entre los más afectados por los atropellos.

Normas para caminar por la carretera

Como hemos visto, gran parte de las víctimas mortales por atropello son peatones que caminaban por la vía, algo que está prohibido en autovía y autopista pero que está permitido en el caso de las carreteras convencionales. Es de hecho algo más habitual de lo que parece, principalmente en zonas rurales donde no existe transporte público entre las localidades vecinas y sus habitantes acostumbran a cubrir esas distancias caminando. El auge del turismo rural y de actividades de naturaleza también ha elevado el número de turistas y deportistas que se deciden a recorrer las carreteras a pie.

La DGT y la Fundación MAPFRE nos recuerdan que, aunque la ley nos permite transitar como peatón las carreteras convencionales, estamos sujetos a unas determinadas normas:

• Cuando transitemos por vías interurbanas, debemos hacerlo por el lado izquierdo, en el sentido contrario al que lo hacen los vehículos. De esta forma los podremos ver de frente cuando nos crucemos con uno de ellos. Podremos circular por el lado derecho siempre y cuando sea más seguro que hacerlo por el otro, pero siempre manteniendo una atención constante a los vehículos que nos superarán por detrás.
• Siempre deberemos transitar por los arcenes de la vía, sin invadir el carril. Si esto no fuera posible (porque no existiese arcén o estuviese bloqueado), debemos hacerlo lo más pegado posible al borde la vía.
• Si transitamos por la noche, debemos usar prendas reflectantes o fluorescentes homologadas, visibles desde al menos 150 metros de distancia, especialmente cuando no podemos caminar por el arcén y debemos hacerlo invadiendo el carril.
• Si estuviésemos acompañados de más peatones, debemos caminar siempre en fila india. Si lo hacemos de noche, además de las prendas reflectantes, debemos usar dos lámparas o linternas: una amarilla o blanca a la cabeza del grupo y otra roja al final.
• Cuando tengamos que cruzar la carretera, debemos hacerlo por el punto más seguro y con mejor visibilidad posible; evitaremos en la medida de lo posible las curvas, los cambios de rasante y los obstáculos que puedan entorpecer la visibilidad de los conductores, como árboles, señales de tráfico u otros vehículos.

Normas si debemos salir de nuestro vehículo en autovía  y autopista

Si bien la normativa vial nos permite caminar por las vías convencionales fuera de poblado, hacerlo por autovía o autopista está totalmente prohibido. Únicamente se permite la presencia de personas a pie en caso de que avería o emergencia con su vehículo, en cuyo caso debemos seguir estrictamente las siguientes normas:

• Debemos señalizar que nuestro vehículo está parado encendiendo las luces de emergencia, con el objetivo de que los vehículos que circulan por nuestro carril puedan vernos con anticipación. Antes de bajarnos del vehículo, debemos colocarnos el chaleco reflectante, tanto si es de día como si es de noche.
• También debemos señalizar el estado de nuestro vehículo con la colocación de sendos triángulos de emergencia, que deben ser debidamente homologados. Los colocaremos a unos 50 metros de distancia por detrás de nuestro vehículo, y en un lugar que puedan ser visibles desde una distancia de al menos 100 metros. Recordemos que la DGT está estudiando la posibilidad de sustituir el uso de triángulos por el de balizas luminosas del tipo HelpFlash.
• Sea la avería que sea la de nuestro vehículo, en ningún caso debemos invadir la calzada. Si la avería nos obliga a hacerlo, debemos llamar a asistencia en carretera para que se haga cargo de la avería. De igual forma, si tenemos que remolcar un vehículo, deberemos asegurarnos de hacerlo con seguridad; en caso contrario deberemos llamar a una grúa.

Como vemos, existen muchas normas que debemos cumplir para que nuestra presencia en la vía sea segura. El incremento de los atropellos mortales nos deberían servir de incentivo para seguirlas a rajatabla, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de estos accidentes fueron motivados por la negligencia del peatón.