Psicotécnicos: Los movimientos oculares, ‘chivatos’ de la fatiga

• La conducción desatenta estuvo detrás de un 25% de los accidentes con víctimas registrados en vías interurbanas en 2016 y la fatiga, en un 8%.

 

Una de las líneas prioritarias de la Unión Europea para la seguridad vial es el desarrollo de sistemas de detección de la distracción al volante. Los datos recogidos en las “Principales Cifras de la Siniestralidad Vial en España” (DGT) indican que la distracción, en 2016, aparece como factor concurrente, en un 25% de los accidentes con víctimas registrados en vías interurbanas y la fatiga, en un 8%.

La fatiga es un estado psicofísico transitorio que produce una disminución energética por la acción del cansancio. En 2015, la Universidad de Granada realizó un proyecto de investigación, titulado “Fatiga al volante. Mejora de la Seguridad Vial mediante la prevención de los accidentes debidos a la fatiga: biomarcadores oculares como índices objetivos”, cuyo propósito era obtener evidencia científica sobre los efectos de la fatiga en la conducción utilizando metodologías que nunca habían sido aplicadas a la investigación en seguridad vial.

Y se han confirmado varias de las hipótesis planteadas. Por ejemplo, que entre los diferentes índices oculares comúnmente generados en la conducción (movimiento de seguimiento lento, movimientos sacádicos y micromovimientos sacádicos), los sacádicos son el índice más sensible para detectar la fatiga del conductor.

También, se confirmó que la métrica de los movimientos sacádicos y microsacádicos es un índice ‘on line’ fiable para detectar y prevenir la “hipnosis de la autopista” y que un alto nivel de fatiga conlleva una peor acomodación a distancias cortas.