- Consejo: Comprar en sitios oficiales o de contrastada credibilidad y sospechar de las superofertas.
Vender un bolso, un reloj o un perfume de marca falsificado es una práctica de todos conocida, pero ¿sabemos que también se venden airbags, pastillas de freno o amortiguadores falsos bajo la etiqueta de marcas de reconocido prestigio? Así lo aseguran desde EUROPOL (Oficina Europea de Policía) y explican que en el pasado “se falsificaban sobre todo limpiaparabrisas y accesorios interiores”, pero que en la actualidad “se piratean todos los recambios y componentes del automóvil”. Y que además, es una práctica cada vez más extendida.
Y lo más grave: desde el sector de componentes de automoción se asegura que el conductor no suele ser consciente de que la pieza que le están instalando es falsa. “Existe un gran desconocimiento –en palabras de Begoña Llamazares, responsable de Mercado de SERNAUTO (Asociación Española de Fabricantes de Equipos y Componentes para Automoción)– entre los usuarios. Los conductores normalmente no son conscientes de que el recambio que se les ha instalado en su coche o que están comprando es falsificado”. E indica la necesidad de realizar una importante labor de concienciación, pero “sin crear alarma”.
Alarma que preocupa también entre los fabricantes. Así, aunque prefieren mantenerse en el anonimato, uno de los principales fabricantes, reconoce: “Hemos detectado que el fenómeno de la falsificación es cada vez más alarmante en nuestro sector. Por ello, hemos implementado un modelo de prevención que incluye medidas, tanto de vigilancia y control como coercitivas, para intentar minimizar el riesgo que entraña la puesta a disposición del público de piezas falsificadas”. “Hemos comprobado –continúan– que algunas de estas piezas pueden llegar a provocar accidentes mortales”; y finalizan, asegurando que “nuestra prioridad es garantizar la seguridad de nuestros usuarios, por lo que seguiremos luchando contra cualquier actividad ilícita que la comprometa”.
Claves para la seguridad
Montar en los vehículos recambios falsificados/pirateados es una práctica que conlleva graves riesgos para la seguridad vial y la integridad física de las personas. En este sentido, Cristina San Martín, directora de Coordinación y Proyectos de SERNAUTO, subraya la posibilidad “de que se produzca un accidente por el mal funcionamiento o la deficiencia de una de estas piezas”. Y advierte que “los recambios falsos no cumplen ni los requisitos técnicos ni de funcionalidad, ni las especificaciones para las que fueron diseñados, lo que puede originar graves riesgos para la seguridad vial”. Sobre todo, cuando se trata de componentes clave para la seguridad como piezas de impacto y colisión, elementos de fricción, neumáticos, componentes electrónicos… por las consecuencias en caso de que se produzca un fallo electrónico o mecánico repentino.
Los riesgos
Detectar piratas
Identificar un recambio pirata es complicado, reconocen los fabricantes. En primer lugar, porque son pocos los conductores que inspeccionan los recambios que se instalan en sus vehículos y, de hacerlo, pocos serían capaces de distinguir una pieza original de una falsa.
Por ello, los fabricantes explican que una inspección visual externa permite detectar algunas incoherencias (errores tipográficos, traducciones extrañas, etiquetas sin el nombre del fabricante…). Mónica Dopico, inspectora jefe del departamento de Delitos contra la Propiedad Intelectual de la Policía Judicial, aconseja a los compradores “comprar en sitios oficiales o de contrastada credibilidad y sospechar de las superofertas”. Y, sobre todo, acudir a talleres de confianza y dejarse aconsejar por el mecánico profesional, cuando se necesita realizar un operación en nuestro vehículo.
Para EUROPOL, el auge del comercio electrónico y los avances de las nuevas tecnologías son los que permiten “la globalización de las actividades ilegales y aseguran el anonimato de los individuos proveedores”. Junto con la proliferación de talleres ilegales –para San Martín, de SERNAUTO, “no debemos llamarlos talleres, porque no lo son, sino establecimientos ilegales”–, en los que se venden e instalan sin factura y sin garantía estos recambios. Piezas que llegan al mercado mayoritariamente “a través de los países del Este y Ucrania, y luego circulan libremente por Europa”, explica José A. Moreno, presidente de ANDEMA (Asociación Nacional para la Defensa de la Marca).
Hugo Ureta, director de Relaciones Institucionales de Michelin, indica que los neumáticos piratas no son un problema reconocido: “No conocemos que se realicen falsificaciones, es muy complicado”. Para el sector, la verdadera problemática son los neumáticos que llevan etiquetas europeas de información medioambiental y de seguridad falsas. Hay que recordar que, desde noviembre de 2012, los neumáticos incorporan una etiqueta con información sobre resistencia a la rodadura, agarre en mojado y el ruido que emiten.
Ureta indica que la UE ha comprobado que “hay fabricantes asiáticos que ponen etiquetas cuya información no se corresponde con la realidad de ese neumático”. Pueden, por ejemplo, incorporar una etiqueta con clasificación A en agarre –la máxima–, cuando su etiquetado real sería inferior. “Eso es mentir al consumidor”. Aunque también quiere dejar claro que “no todos los neumáticos asiáticos incumplen la normativa, ni son de mala calidad. No podemos culpabilizar a todos”. Una práctica muy difícil de comprobar, asegura, porque hay que llevar el neumático al laboratorio para que lo analicen y es un proceso muy caro. Añade que “el comprador lo tiene muy complicado para distinguirlos”, y afirma que es la Administración la que puede actuar, reconociendo, al mismo tiempo, que tampoco lo tiene fácil.
Para ayudar al comprador a elegir el mejor neumático, aconsejan no fijarse en el coste unitario, sino en su coste de uso por kilómetro y de ahorro de combustible, porque “el barato no es el que cuesta menos”, insisten.
Tráfico y Seguridad Vial