El cambio en el transporte que están viviendo muchas ciudades está llevando a evaluar de nuevo la convivencia entre los diferentes tipos de movilidad. Buen ejemplo de esto es el fenómeno que se está viviendo en Barcelona con los vehículos de dos ruedas y, en concreto, con la bicicleta. El ayuntamiento estrenaba el pasado 1 de enero normativa para desplazar la bicicleta de la acera a calzada y a los carriles bici. La transición está resultando compleja.
Las complicaciones afectan a todos los colectivos implicados: peatones, ciclistas y resto de conductores. La Ciudad Condal lleva años abanderando las ventajas que las dos ruedas representan a la hora de moverse por una gran urbe. Sin embargo, los últimos tiempos están marcando una verdadera masificación.
Las exigencias de la nueva movilidad
Esta se debe, al fomento de los medios de transporte sostenible y las restricciones para los coches de combustión. Los episodios de contaminación que viven ciudades como Barcelona son un desafío difícil. Mientras que Madrid se ha creado un área que restringe la circulación en el centro (Madrid Central), las medidas en Barcelona no han ido más allá.
Ahora bien, las autoridades locales han impulsado otras iniciativas, dentro de las que se incluye el fomento de la bicicleta. Llegados a este punto, en el que el transporte en este vehículo se está incrementado de forma considerable, el consistorio de la ciudad se preocupa ahora por cómo integrar su tránsito.
¿Cuándo se puede ir en bicicleta por la acera en Barcelona?
Así fue como Barcelona estableció una nueva normativa para la circulación de bicicletas que entró en vigor el pasado 1 de enero. El titular que reprodujeron los medios de comunicación consistía en anunciar que Barcelona expulsaba a las bicicletas de las aceras.
El texto legal matiza los titulares. Y es que la nueva ordenanza prohíbe la circulación de bicicletas en aquellas acera que no superen los 5 metros de ancho. Contempla, a la vez, diferentes excepciones que son situaciones en las que sí se podría circular por este espacio:
- Si la anchura de la acera es más de 5 metros y restan más de 3 metro de espacio libre.
- Para los casos que el carril bici discurre por la acera, limitando la velocidad a 10 km/h.
- Entre las 22:00 y las 7:00 horas si la acera cuentan con más de 4,75 metros de ancho y 3 metros de espacio libre.
- En el caso de que el ciclista tenga menos de 12 años, si va a acompañado de un adulto.
Antes de la entrada en vigor de la restricción, el ayuntamiento de la ciudad había impulsado campañas informativas para prevenir a los ciclistas de la nueva situación y de las nuevas sanciones a las que se enfrentarían los posibles infractores.
Soy ciclista, ¿por dónde puedo circular en Barcelona?
Según las autoridades de Barcelona, la norma indica que las bicicletas tienen que circular por los carriles bici o por las calzadas en las zonas 30 y que, si no existen, deben circular por el resto de calzadas. Solo se les permite circular por la acera cuando no exista ninguna de estas opciones. Eso sí, siempre que estas aceras o paseos tengan más de 5 metros de anchura, más de 3 metros de espacio libre y no se trate de un momento de aglomeración, es decir, siempre que puedan circular durante 5 metros de manera continuada.
Casi tres meses después de que entrase en vigor la normativa, la tesitura del tránsito de las bicicleta sigue arrojando discrepancias. Por una parte, los peatones exigen de las autoridades más mano dura, por la otra, los ciclistas se ven abocados a adaptarse con esta nueva norma de convivencia. Esto no es sencillo en muchas ocasiones y ciertos puntos del trazado urbano de Barcelona, como ocurre en la plaza de Espanya.
Lo ideal es la puesta a punto y el perfeccionamiento de los carriles bici. En ese sentido, el consistorio ha publicado que en la urbe existen más de 200 kilómetros de carril bici y que el 90% de la población puede tener acceso a los mismos a menos de 300 metros de sus domicilios. A la vez, ultiman otros 45 kilómetros para antes de la próxima cita electoral.
Límites a la bicicleta por la acera, ¿y las motos?
Con todo, los ciclistas se ven obligados a establecer su nueva posición para dejar de transitar en bicicleta por la acera. Lo hacen partiendo de unas normas que también determinan el uso de los carriles bici. Como ya contamos en Circula Seguro, existen situaciones específicas en la el ciclista ha de circular obligatoriamente por este tipo de vías.
Otro ámbito que también vive su debate en la ciudad es el del aparcamiento, que afecta además a las motos. La norma establece también unas pautas tanto para el aparcamiento de estas como el de las bicicletas. Son situaciones propias de la transición hacia una movilidad más sostenible. Vistas en una perspectiva más a largo plazo, constituyen síntomas efectivos de estos cambios.