Renovar carné de conducir: ABS en las motos: efectos ante una frenada de urgencia

Renovar carné de conducir: ABS en las motos: efectos ante una frenada de urgencia

 

Como muchos ya sabéis, el ABS o sistema antibloqueo de frenos, evita un mayor riesgo de deslizamiento a la hora de frenar, sobre todo en los casos en los que el suelo esté mojado. Es por ello, que se impuso como obligatoria esta medida tomada por el Parlamento Europeo para velar por la seguridad de todos los conductores de moto.

Inicialmente, su uso era exclusivamente obligatorio en los coches, desde que se impusiera la norma en 2003, pero desde enero de 2016 las motos están sujetas a la obligatoriedad de llevar ABS en todos los nuevos modelos homologados por los fabricantes de más de 125 cc. Con el sistema ABS de ayuda a la frenada se podrían evitar 1 de cada 4 accidentes graves o mortales y casi el 38% de los accidentes con lesiones físicas.

¿Cómo funciona el sistema ABS?

Funcionando en conjunto con el sistema de frenado tradicional de la moto, el ABS está constituido por una unidad de control que se establece junto al circuito del líquido de frenos, y es ésta la que recibe la información de los sensores que controlan el giro de las ruedas de la moto para actuar en consecuencia. Llegado el caso de que las revoluciones de las ruedas se redujesen de forma brusca en una frenada, el dispositivo lo detectaría  y ante el riesgo de producirse un bloqueo, lo impide.

Sin un sistema ABS podría producirse la caída del motorista o el vuelco de la moto de forma realmente sencilla a poco agua que tenga la calzada. Pero al actuar el ABS, el sistema impide el bloqueo de las ruedas, compensando y garantizando una frenada más corta, homogénea y estable. Como hemos dicho (y tal y como se explica en el siguiente vídeo), los sensores localizados en el freno son quienes monitorizan continuamente la velocidad y la probabilidad de bloqueo y, en caso de ser necesario, la unidad hidráulica del ABS reduce la presión del freno para salvar la estabilidad de la moto.

A pesar de la complejidad del asunto y de la necesidad de una serie de habilidades del piloto, hay quienes aún sostienen que el ABS no requiere de ningún entrenamiento especial. Esta afirmación es un error grave pues conocer la respuesta de cada sistema ABS en cada moto es indispensable, ya que la misma puede diferir en función del fabricante del sistema, los distintos modos de respuesta del dispositivo y la adaptación que de éste haya realizado la marca de moto o scooter.

Desde Circula Seguro creemos que es verdaderamente aconsejable realizar algún curso de conducción segura o pruebas en circuito para facilitar esa adaptación, conocer la reacción de la moto ante un posible imprevisto y conocer a fondo los diferentes sistemas de seguridad activa de nuestros vehículos.

Su obligatoriedad es, sin duda, beneficiosa

Desde el mes de enero de 2016 el ABS en las motos viene siendo obligatorio, siempre que estemos hablando de motos de cilindrada igual o superior a 125 c.c. Por su parte, aquellos de menor cilindrada (entre 51 y 125 cc) deberán equipar algún sistema de frenada combinada (CBS), es decir, aquellos en los que accionando una sola maneta se actúe sobre ambas ruedas al mismo tiempo. Hasta el momento, y por lo menos hasta el año 2019, los ciclomotores con una cilindrada inferior a 50, están exentos de cualquiera de estas obligaciones.

Hasta ahora, el ABS por su tamaño, precio y peso lo hacían inviable en las motocicletas, sobre todo en las de menor cilindrada. Pero su evolución ha dejado atrás los complejos sistema de 4 kg y han dado paso a poco más de 400 gramos con precio mucho más accesible. Además, su investigación y desarrollo ha permitido que actue correctamente incluso cuando se acciona en plena inclinada (ABS en curva), o desarrollando sistemas de control de estabilidad más avanzados como los MSC.

Por último, el desarrollo electrónico empieza a incorporar en las motos de alta gama y también en modelos más generalistas, otros elementos de seguridad activa como el control de estabilidad o ESP para motos.

Desde 2016 ya no es posible homologar mas motos sin ABS, aunque sí se mantuvieron las ventas de stocks sin ABS hasta su liquidación final. Los precios bien es verdad que se han visto afectados por ello, ya que a mayores y mejores componentes, el precio aumenta.

Desde ADAC (club de automóvil alemán) se han elaborado estudios que indican que gracias a la contribución del ABS, la distancia necesaria de frenado se reduce de media un 25 % a una velocidad de 100 km/h. Además, entre sus ventajas también destacan que el dispositivo contribuye a reforzar la estabilidad de la moto al accionar los frenos, evitando así caídas de los motoristas, sobre todo en superficies mojadas. Algo de vital importancia si se tiene en cuenta que, el 22 % de los usuarios considera que uno de los principales riesgos de conducir una moto o un scooter es frenar sobre asfalto mojado. Por lo tanto si debemos establecer una valoración acerca de la obligatoriedad de uso del sistema antibloqueo de frenos, podemos asegurar que, efectivamente, supone un punto muy positivo para tu seguridad.

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