Realizar transformaciones de un vehículo para adaptarlo a quienes tienen algún tipo de movilidad reducida, permite dar accesibilidad y autonomía a cualquier persona. Según los requisitos que exigen las normativas de legalización, tanto vehículos nuevos como antiguos pueden transformarse y en España, tan solo el año pasado, se adaptaron alrededor de 550 vehículos. En concreto en Madrid, los taxis cumplen con el 5% de ratio exigido en licencias de vehículos adaptados.
Características de los coches adaptados
Los automóviles, ya sean un coche o una furgoneta, se pueden adaptar a una amplia gama de discapacidades físicas y en la actualidad existen tantas y tan variadas formas de adaptar un vehículo que es difícil no encontrar la solución a cualquier problema que se presente. Una de sus principales características es que estos vehículos incorporan una serie de dispositivos especiales conectados para que tanto personas con o sin discapacidad puedan conducir el mismo coche. En general suelen realizarse dos tipos de transformaciones:
Adaptación de los pedales y controles
Estas son las más demandadas pues requieren sustituir los pedales de acelerador, embrague y freno por una serie de controles de conducción situados en el volante de forma que personas con paraplejia puedan controlar el vehículo con todo al alcance de sus manos. En este sentido, estos vehículos suelen ser automáticos para no tener que adaptar el cambio de marchas, por lo que el pedal de embrague se elimina de la ecuación. Por su parte, el acelerador se suele situar en con un aro encima del volante de un tamaño similar que se acciona realizando presión, para poder acelerar sin soltar el volante. El freno se localiza en forma de palanca en uno de los dos laterales del volante.
Es muy habitual ver también comandos en el volante que activan dispositivos como luces, intermitentes, limpiaparabrisas o claxon. De esta forma, la conducción del coche adaptado es más sencilla y eficaz. Estos controles manuales se están probando utilizando las directrices del SAE para los controles de conductor de automóvil adaptado, que exigen exposición a la intemperie, vibración y pruebas de ciclo.
Adaptación para conducir desde la silla de ruedas
Estas suelen ser más complejas pues, en ocasiones, requieren abrir el coche ‘en canal’ para realizar transformaciones más profundas de su estructura. Para ello se realizan adaptaciones ergonómicas como pueden ser protecciones lumbares o elevadores para las sillas, así como rampas o grúas según las necesidades e interés del conductor. Por ejemplo, una tabla de transferencia o un asiento elevador facilitan el paso desde la silla de ruedas al vehículo.
Aquí sí va a importar el tipo de discapacidad dado que hay casos en los que las personas no puedan desprenderse de su silla de ruedas y tengan que conducir sentados en ella. En estos casos se propone un “cajeado”, o lo que es lo mismo, la posibilidad de retirar los asientos según la necesidad de los usuarios. De esta forma, las personas con discapacidad no tendrían que ir siempre en los asientos de atrás, sino que podrían ocupar también las posiciones delanteras.
Requisitos y ventajas de adaptar tu vehículo
Si tienes intención de comprar un vehículo adaptado o de adaptar tu propio vehículo es importante un buen asesoramiento dado que no todos los coches tienen las mismas posibilidades de adaptación. Lógicamente, un vehículo urbano y pequeño no permite ciertas instalaciones como pueden ser la de la grúa del maletero para guardar y dispensar una silla de ruedas por cuestión, simplemente, de espacio.
Si te encuentras en esta situación quizá lo mejor sea buscar en el mercado algún vehículo de mayor tamaño que permita realizar esta instalación como por ejemplo, una furgoneta. Por otra parte, también tienes que tener en cuenta la silla de ruedas con la que te muevas: algunas de ellas se pliegan fácilmente ocupando poco espacio, por lo que serán más fáciles de almacenar en tu coche adaptado.
Las ventajas, están claras: poder conducir y ser autónomo en tus viajes y no depender de nadie en tus trayectos diarios. Pero existen otras ventajas de las que pueden beneficiarse las personas con discapacidad a la hora de comprar vehículos adaptados y son las siguiente:
- Exención del impuesto de primera matriculación.
- Aplicación de IVA reducido en la compra.
- Exención del impuesto sobre vehículos de tracción mecánica.
- Estas ayudas fiscales sólo son aplicables a un vehículo y se conceden cada cuatro años.
Cómo convertir un coche en un vehículo adaptado
Adaptar un coche lleva tiempo, en general, alrededor de un mes de trabajo, aunque todo depende del tipo de transformación a realizar y las necesidades de la persona en concreto. Para cada problema hay diferentes soluciones y es necesario que el propio conductor seleccione aquellas que más y mejor se adapten a sus hábitos de conducción y a sus rutinas diarias. Por ello, consultar antes con un profesional es de gran importancia para poder valorar la opción que más ajustada con todo el abanico de posibilidades en la mano.
¿Y cuánto cuesta cada opción?
Casi todas las marcas disponen de elementos de adaptación que convertirán tu vehículo en accesible con un presupuesto relativamente asequible, aunque en general suelen variar entre los 2.000 y los 15.000 euros. Pero existen ayudas para comprar vehículos adaptados y tan sólo hay que conocer dónde se solicitan.
Evidentemente, realizar una transformación de este tipo supone una inversión extra que no todo el mundo puede permitirse y es por ello que diferentes organismos y asociaciones conceden ayudas para la adaptación o compra directa de coches adaptados. Las Consejerías de Bienestar de las Comunidades Autónomas son quienes se encargan de esta concesión, que suele rondar los 2.000€ para la adquisición de coches a motor y los 600€ para la adaptación básica de vehículos, pero también la Fundación ONCE destina parte de sus fondos a estas ayudas con la finalidad de que su conductor tenga acceso al mercado laboral.