El aire acondicionado del coche se puede convertir en tu mejor compañero de viaje, más aún en estos meses de verano en los que el calor comienza a arreciar. Estudios viales han demostrado que conducir con un calor excesivo puede disminuir hasta el 20% de la concentración al volante, algo que no difiere demasiado de la conducción bajo los efectos del alcohol. Es por ello que resulta recomendable circular siempre con una temperatura adecuada en el habitáculo que ronde los 23ºC. Hacer un buen uso del sistema de climatización y cuidar su mantenimiento favorecerán su eficacia y funcionamiento, evitando averías que puedan tener consecuencias en tu seguridad.
¡Ojo! Con la llegada del verano, más problemas
El paso de los años hace mella también en nuestros vehículos y, aunque no lo creas, el aire acondicionado es uno de los dispositivos que más posibilidades tienen de dañarse, ya sea por una fuga de gas, suciedad en el filtro del aire o complicaciones de su compresor, entre otras. El aire acondicionado de nuestros coches funciona gracias a la circulación de un gas que suele agotarse por la formación de pequeñas fugas en el circuito, una de las reparaciones más comunes en los talleres Lo más recomendable será ser previsor y llevar el coche cada año al taller antes de la llegada del verano, para anticiparse así a cualquier sorpresita innecesaria que nos arruine las vacaciones.
El elemento básico del A/C es el gas, y es necesario cargarlo en el taller si, debido a estas fugas, autoconsumo o pérdida de sus propiedades, el coche no se enfría rápidamente. El olfato nos dará también varias señales sobre el mal estado del aire. Si el olor resulta desagradable, los filtros necesitan ser sustituidos pues la acumulación de polvo, humedad, hongos y bacterias es común si el tiempo pasa y nuestro filtro con él.
Por cierto… ¡Cuidado con el benceno! Esta toxina se localiza en todo tipo de plásticos y colorantes, y afecta a los riñones, hígado y huesos. Su acumulación en el sistema de aire puede provocarnos que lo aspiremos inconscientemente durante el primer momento de funcionamiento del aire acondicionado. Ventilar el coche y expulsar el aire caliente antes de salir es imprescindible.
Antes de ponerlo en marcha comprobar que funciona
El calor que está llegando estas últimas semanas a nuestras ciudades parece acabar con nuestras ganas de todo y de nada pero… ¡Vacaciones! Maletas, cargar el coche y a la carretera. Lo primero es abrir todas las ventanillas antes incluso de entrar al vehículo, dejar que se ventile el calor acumulado e ir poniendo en marcha el aire acondicionado a mínima velocidad y temperatura moderadamente fría. Al iniciarse el sistema el aire saldrá algo más cálido pero a medida que el motor se pone a caminar, podremos ir aumentando la velocidad del ventilador y la temperatura deseada. Por supuesto, cierra las ventanillas, que no queremos consumir más combustible de la cuenta. No dirijas el chorro del aire hacia tu rostro si eres de los que te coges un constipado fácilmente, el vehículo se enfría igual de bien si diriges las rejillas hacia arriba.
Por todo ello, mantener en buen estado el sistema de aire acondicionado es importante, ya incluso en los meses previos al verano, aunque no lo estemos usando, para evitar deterioros y acumulación de suciedad. Hacer una buena limpieza de vez en cuando es más que recomendable, empezando por los radiadores, comprobando las mangueras y conductos y revisando el líquido refrigerante. Una visitilla por el taller para que un experto pueda realizar una comprobación más a fondo nunca está de más.
¡Manos a la obra y a reparar!
En tan sólo dos años tu sistema de climatización puede enfriar menos de la mitad de lo que lo hacía, incluso puede dejar de hacerlo por la fuga de gas en su interior. Estas pueden sellarse con un tapafugas si son de pequeño tamaño y el precio en el taller en función de ello puede variar de los 50€ a los 250€. Por otro lado puede que el coche enfríe, pero la potencia del aire se haya perdido. Puede ser consecuencia del filtro de aire del habitáculo, el cual por la suciedad se haya obstruido hasta tal punto que no deje salir el aire a su máxima potencia. El taller te cobrará 50€, hacerlo tu mismo será más barato y podrás aprender a hacerlo en este mismo post.
Puede darse el caso de que el compresor se haya roto o averiado, de igual manera, el aire saldrá frío pero sin fuerza. La reparación puede llegar a los 400€ aproximadamente, pero puedes prevenir esta situación si en invierno también haces trabajar al compresor activando el aire, lubricando el sistema y poniendo en marcha los circuitos.
¿Quieres cambiar tú mismo el filtro?
Debido a la suciedad acumulada es recomendable cambiar el filtro una vez al año. Es fácil hacerlo en casa si tienes la pieza comprada (entre 15-30€) en cualquier tienda de repuestos en función de tu modelo de coche. El filtro se localiza en una zona concreta dependiendo del vehículo, bajo una tapa de plástico que lo cubre y que hay que retirar desatornillando. Comprueba dónde está con el manual del coche y extráelo hacia arriba, ya que suele ir encajado o anclado con unas patillas laterales. Si el filtro antiguo y el que has comprado nuevo son iguales, simplemente tienes que limpiar el polvo acumulado en el hueco del filtro y colocar éste en su lugar, instalándolo en el mismo espacio que habías comprobado previamente. Cubres con la tapa de plástico y listo.
Obtener el máximo rendimiento del A/C contra el calor del verano es importante por una cuestión de seguridad. No es lo mismo realizar un viaje con altas temperaturas en el vehículo, que hacerlo con los grados apropiados. Al volante, ningún factor debe hacerte perder la concentración y menos aún el calor, por lo que controlar estos elementos de climatización pueden prevenir y ayudarte a mantener una conducción adecuada y segura