La educación vial juega un papel muy importante en los Planes de Movilidad Urbana. La base para moverse, primero, como peatones y después como conductores radica en una buena formación. Una preparación que debe adquirirse desde que tenemos edad escolar para aprender a desenvolverse con seguridad en nuestros desplazamientos y poder afrontar los riesgos reales que presenta el hecho de compartir un mismo espacio. Una formación a modo de talleres y que pudimos compartir, aprovechando la celebración de la Semana Europea de la Movilidad, tras visitar el Centro de educación Vial perteneciente a la Dirección General de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla. Un Centro de Educación Vial destinado a escolares de Educación Primaria y que, según sus responsables, está abierto durante todo el curso escolar.
Un Centro de Educación Vial donde los niños aprenden jugando y donde, según nos cuentan sus profesores, se les informa sobre las normas básicas de circulación para luego aplicarlas en el Parque Infantil de Tráfico perteneciente al Centro. Unos hacen de peatones, otros de conductores de kart y otros de conductores de bicicletas y cada cierto tiempo se van rotando hasta completar las tres modalidades de la clase práctica. Aprenden primero, mediante una clase teórica, los conceptos de arcén, paso de peatones y carril bici. Luego, durante la clase práctica, se desenvuelven como peatones y conductores conforme a las instrucciones que se le han dado.
De esa forma, nos cuenta uno de los profesores, salen preparados y sabiendo cómo tienen que comportarse en la calle. Los alumnos, conforme ven las imágenes en la pantalla del proyector, sobre la manera de comportarse en la vía pública, algunos, van contando a los profesores, los errores que comenten sus padres e incluso manifiestan desconocimiento sobre algunas normas o que no hacían del todo bien. Una cuestión que puede plantearse en casa, de vuelta con la educación vial y sobre el futuro del aprendizaje en la conducción. Un debate que podría plantearse debido al vacío educativo y de formación que existe entre los conocimientos que se imparten en los colegios e institutos y el nivel que se exige a la hora de obtener cualquier autorización para conducir.
¿Movilidad inteligente o peatones robotizados?
La peatonalización hace más humano nuestro entorno y, al mismo tiempo, nos acerca más a intereses comerciales. Un espacio sin vehículos hace una vida más saludable pero nos aleja de la realidad de nuestras prioridades. Nuestro ir y venir del trabajo a casa, o al revés, así como nuestro entorno urbanístico, nos condiciona a usar los medios de transporte. El aumento del tráfico, especialmente, sobre las vías de circunvalación, puede que sea como consecuencia de esa nueva sociabilidad que impide acercarse al centro de las ciudades. Por otro lado, la compatibilidad entre otros medios de transporte tiene un mayor consumo y, en consecuencia, mayor contaminación.
Por otro lado, las nuevas tendencias sobre el uso de vehículos eléctricos por las calles hace necesario concienciar a los peatones sobre el riesgo de atropello. Una legislación que, a modo de ordenanza, cada Ayuntamiento podrá disponer para conseguir una movilidad de su ciudad más segura en base al volumen de tráfico. Una movilidad que podría afectar a calles con más tránsito de vehículos si la peatonalización se extiende del centro. Sin embargo, un diseño urbanístico que combinara los espacios de paso, de circulación y de ocio sería lo ideal para la convivencia entre diferentes usos y usuarios. El peligro de las ciudades está en el mal uso de sus calles. Un peatón seguro es aquél que puede pasear tranquilo o sentarse en un banco fuera de la circulación de vehículos.
El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad de Sevilla, en su campaña Peatones, nos deja una serie de importantes consejos que todos ya conocemos pero viene bien recordar:
– No salga con el horario ajustado para evitar prisas, gestos y actos imprudentes.
– Use calzado cómodo que recoja bien el pie y con suela no deslizable.
– Aun en trayectos habituales NO baje la atención: evite usar el móvil y radio con auriculares, sobre todo en el tránsito por cruces o pasos de peatones, etc…
– Transite siempre por el trayecto más seguro, evitando acercarse al bordillo.
– Preste especial atención a las salidas de vehículos por cocheras y garajes y a las zonas de coincidiencia con carriles bici.
– Para cruzar, use siempre los pasos de peatones, con o sin semáforos.
– En las intersecciones, cruce por los pasos habilitados, hágase visible a los conductores, evitanto sorprenderles y, antes de cruzar, mire a ambos lados y espere que los vehículos se detengan.
– Cruce los semáforos sólo con la luz verde peatonal y con los vehículos parados.
– Obedezca siempre las señales de tráfico y las de los agentes de tráfico.
– En zonas mal iluminadas, de noche o en condiciones meteorológicas adversas, hágase especialmente visible, utilizando incluso ropa de alta visibilidad.
– Si parte del trayecto es por carretera, circule siempre por el arcén de la izquierda.
En definitiva, para referirnos a la recuperación de zonas peatonales habrá que valorar los espacios disponibles y necesidades de la propia ciudad. No sin antes, educando a todos los usuarios y empezando por los más jóvenes para gestionar mejor nuestros recursos.