La llegada de las tecnologías de asistencia a la conducción, materializadas en una gran variedad de sistemas ADAS (del inglés Advanced Driver Assistance Systems), son el primer capítulo del complejo camino para integrar la conducción autónoma en nuestros sistemas de movilidad. Esa complejidad se plasma de forma especial en el plano legal. Acelerar esto resultaría muy beneficioso para la seguridad vial.

Los sistemas ADAS y su funcionamiento puede que resulten desconocidos para una buena parte de los conductores. Lo cierto es que, hasta la fecha, son los vehículos de gama media y alta los que montan este tipo de asistencias a la conducción. La DGT quiere que esto cambie y, para ello, los va a introducir en las pruebas para conseguir el carné de conducir.

Así nos pueden ayudar los sistemas ADAS

El cambio de década va a suponer que este tipo de ayudas a la conducción comiencen a extenderse a todos los vehículos. Para empezar porque la Unión Europea ya ha establecido que a partir de 2022 se introduzcan de serie y de forma obligatoria en todos los vehículos nuevos. Es uno de los principales instrumentos de las autoridades comunitarias para luchar contra el actual estancamiento de la siniestralidad vial.

Tanto los resultados en los vehículos que cuentan con estas tecnologías, como todos los estudios relacionados, avalan el valor que tendrán para la seguridad vial gracias a su introducción masiva. Un último trabajo de de Consumer Reports en Estados Unidos mostraba que hasta son capaces de evitar más de la mitad de las posibles colisiones que se den en ruta.

Y es que atacan de forma directa a factores de riesgo cruciales como son la velocidad excesiva o las distracciones. Por eso, las cajas negras o los asistentes de velocidad inteligentes están a punto de ser una realidad en los coches. Sin embargo, hay otros tantos que veremos muchos antes a la hora de obtener el carné de conducir.

¿Qué sistemas ADAS veremos en el examen de conducir?

La DGT ha materializado de forma legal sus intenciones en una instrucción que indica qué sistemas ADAS se podrán contemplar en las pruebas del carné de conducir. Son los siguientes:

• Sistemas de frenado de emergencia (AEB). Se trata de una tecnología que puede detectar un riesgo inminente en la vía y actuar. En un primero momento, el sistema lanza un aviso al conductor del peligro. De forma excepcional y en caso de que este no anule por sí mismo la situación de riesgo, el sistema tomaría el control del vehículo frenando.
• Star-Stop. Aunque no influye tanto sobre la velocidad, la gran popularidad que le reporta su contribución a la eficiencia de los vehículos lo están convirtiendo en una prestación muy presente que conviene conocer.
• Activación automática de alumbrado y limpiaparabrisas.
• Sistema de ayuda de salida en pendiente. Se trata de una tecnología que detecta la pendiente de la vía de modo que evitar que el vehículo se vaya hacia atrás en el momento en que se deja de accionar el freno.
• Cámara de marcha atrás, cámara 360º y/o sensores de aparcamiento. Estas tecnologías se extienden cada vez más y están propiciando un cambio significativo en el modo que tenemos de estacionar y aparcar los vehículos. No debe confundirse con aquellos sistemas de aparcamiento autónomo que, poco a poco, también están presentes.
• Alerta de tráfico cruzado o RCTA es un sistema muy útil que avisa al conductor para evitar una colisión en aquellas situaciones en que al salir marcha atrás desde un aparcamiento se acerca otro vehículo.
• Tecnología de detección de cansancio y fatiga. Se trata de un sistema capaz de captar determinadas señales del conductor e interpretarlas como posible fatiga. De este modo, se lanza un aviso encaminada a hacernos conscientes de esta circunstancia y prevenir posible situaciones de riesgo.

Avisos e intervención ocasional

Como se puede comprobar, casi todos los sistemas ADAS que se introducirán no son intrusivos. Es decir, no toman el control del vehículo. Si lo hacen (como el caso de los sistemas AEB), tienen que darse una serie de requisitos extremos. Aunque puedan parecer meras informaciones o consejos que da el vehículo, está comprobado que con ellas se reduce la siniestralidad, haciéndonos más conscientes de las pautas de una conducción responsable.

Por ejemplo, en 2016 la Fundación MAPFRE partía de un informe propio para señalar que el Asistente de Velocidad Inteligente contribuiría a reducir los fallecidos en carretera en hasta un 20%. Constituyen, por tanto, una pieza fundamental en la seguridad vial de los próximos años. De ahí la importancia de conocer su existencia y saber cómo utilizarlos, empezando por el temario teórico y práctico del carné y los exámenes de conducir.