por Administrador | Ene 10, 2019 | Noticias
Ver y ser vistos por los demás conductores. Esa es la doble función que tienen las luces de nuestro vehículo para contribuir así a la seguridad en nuestras carreteras. La luz de gálibo, que se debe encender en las mismas condiciones y al mismo tiempo que las luces de posición, cumple la función de ser vistos y, además, facilita de noche o cuando se vea afectada la visibilidad: la estimación de velocidad, distancia y dimensiones de los vehículos. La luces de gálibo sirven, principalmente, para señalizar la anchura total del vehículo. Pero… ¿sabes cómo son y qué vehículos tienen que llevarlas? La luz de gálibo es la destinada a señalizar la anchura y altura total en determinados vehículos. Se compone de dos luces blancas en la parte delantera y dos luces rojas en la parte posterior del vehículo. Dichas luces se instalan en la parte superior y más exterior del vehículo. La tienen que llevar obligatoriamente todos los vehículos de más de 2,10 metros de anchura y serán opcionales para los vehículos de una anchura superior a 1,80 metros. El Reglamento General de Vehículos nos habla de anchura y altura para referirse a los dispositivos o luces de gálibo del vehículo. Señales de restricción de paso orientadas a las dimensiones del vehículo. Entre los dispositivos de señalización óptica que nos indican la presencia del vehículo, también, están los catadióptricos y la señal de marcado de contorno en los vehículos (distintivo V-23). No obstante, aunque tengan en común indicar la presencia del vehículo, el gálibo se considera alumbrado y sirve como complemento a las luces de posición del vehículo. La diferencia...