Gorputz beroenetik hotzenera joaten da bero-korrontea eta potentzial handienetik txikienera elektrizitatea sistema termodinamiko klasikoetan. Sistema kuantikoetan ere berdin gertatzen da, kasu honetan, baina, egoera aldatu daiteke eta energia eta partikula fluxua alderantzikatu behatzaile kuantiko bat sartuta. Hala frogatu du ikerketak. Hasiera batean, akats bat zela pentsatu zuten ikertzaileek. Aldaketak aurkitzea espero zuten, baita garraioa eten zitekeela pentsatu, baina ez zuten uste fluxua erabat aldatuko zenik. Korrontearen noranzko aldaketak modu kontrolatuan egin daitezke. Behatzailea sistemaren zein lekutan sartzen den, fluxua aldatzea lortzen da. Gailuaren eremu jakin batzuetan, hala ere, noranzkoa ez da aldatzen behatzailea sartuta ere. Objektu makroskopikoetan (ur-korrontea, esaterako) korrontea behatzeak ez dio uraren fluxuari inola ere eragiten eta termodinamika klasikoaren legeei jarraiki, alderik garaienetik baxuenera joango da. Gauza bera gertatzen da tenperatura-fluxuekin, gorputz beroenetik hotzenera ibiltzen da. Baita sistema elektrikoetan ere, potentzial handienetik txikienera joango da fluxua. Gailu kuantikoetan, alabaina, behatze-prozesuak, begiratzeak, sistemaren egoera aldatzen du eta korrontea noranzko batean ala bestean mugiarazteko joera handiagoa izan dezan eragin. Sisteman behatzaile bat sartzeak oztopo egiten duela da gakoa, ura daraman hoditeria batean erretena ixtea bezala. Karga pilatzen hasten da eta, azkenean, beste noranzkoan joango da ura. Behatzaile kuantikoak sistemaren egoera aldatzen du eta, egoeraren arabera, korrontea edo energia kontrako noranzkoetan transmiti ditzake sistemak. Fisikaren funtsezko teoremarik ez da urratzen, beraz, ezta ezerezetik energiarik sortu ere. Esperimentalki, zaila Termoelektrizitatean, espintronikan, fotonikan eta detekzioan, besteak beste, erabilgarriak izan daitezkeen korronte injekzioaren noranzkoa kontrolatzeko aukera ematen duten garraio gailu kuantikoak diseinatzeko bidea eman dezake beroa eta partikulen korrontea kontrolatu ahal izateak. Urrun ikusten ditu aplikazio horiek Ángel Rubio ikertzaileak. Ikuspuntu teorikoan oinarrituta egin dute ikerketa hau, non eredu xaloa proposatu...
Salimos de la cama todavía cansados, nos damos una ducha para despertar y nos tomamos rápidamente el desayuno antes de que termine de salir el Sol. Hay prisa por bajar, buscar el coche, arrancar y conducir unos cuantos kilómetros al trabajo… pasando por el clásico atasco de primera hora de la mañana, claro. Los españoles pasamos horas y horas de nuestro tiempo circulando a baja velocidad en los nudos urbanos, también conocidos como atascos, embotellamientos o congestiones. Necesitamos muchos sinónimos porque son frecuentes, y una de las causas más frecuentes para llegar tarde. ¿Sabes cuántas horas pasas conduciendo y particularmente en un atasco? Así pasamos los españoles más de tres años al volante Dice el estudio «Nuestras vidas en coche» (Citroën, agosto de 2016) que los españoles pasamos unas 24.720 horas conduciendo a lo largo de nuestra vida, con varios matices: si uno tiene un coche propio esta cifra sube a 26.781 horas (más de tres años); y si conducimos a diario para ir y volver al trabajo pasamos un total de 32.573 horas al volante (unos tres años y ocho meses). La media europea es un poco más alta, de cuatro años y un mes, por lo que debemos estar agradecidos. Sin embargo, no es tiempo perdido. La mayoría de nosotros cantamos unas 3.875 canciones y damos las gracias a otros conductores unas 2.994 veces. Educación vial y diversión no tienen por qué estar regañadas. También hablamos con nosotros mismos (1.444 veces), escuchamos música a todo volumen (2.925 o besamos a alguien (1.690). También hacemos otras cosas unas 4,3 veces de media a lo largo de nuestra...
Tanto se estaba prolongando este verano que, aunque muchos han aprovechado para irse a la playa, muchos estábamos preocupados por los problemas que estaba causando en nuestro país. Y tanto estaba tardando el otoño en llegar, que cuando por fin han llegado las lluvias, nos han pillado de sorpresa, en manga corta y sin paraguas. Algo parecido nos ha pasado al coger nuestro coche. Sabemos de sobra que debemos adaptar nuestra conducción y extremar las precauciones, pero el cambio de estación ha sido tan repentino e inesperado, que en estos días nos está costando cambiar el chip. Por eso, os ofrecemos este rápido pero completo checklist de consejos que debes tener en cuenta. Cuidado con las primeras lluvias Las primeras precipitaciones tras el verano pueden ser las más traicioneras. El agua de lluvia se mezcla con el polvo, la grasa, la goma y el resto de sustancias que acumulan las carreteras y se forma un barro especialmente deslizante que convierte el asfalto en una pista de patinaje. Modera la velocidad Aviso a fitipaldis. ¿A que hasta Fernando Alonso aminora la marcha cuando corre en lluvia? Pues eso, modera la velocidad porque se conduce peor no sólo por el asfalto más deslizante, sino porque la visibilidad es peor. Revisa los neumáticos Para que tus neumáticos puedan evacuar el agua correctamente, deben de tener el dibujo o rallado en perfectas condiciones y tener la presión de aire adecuada. Ambos factores son determinantes para la adherencia de tu coche en carretera. Mucho cuidado con el aquaplaning Sí, porque incluso con los neumáticos en perfecto estado y yendo a una velocidad moderada,...
Nuestra conducción se ve afectada por un sinnúmero de factores. No nos referimos tan solo a las circunstancias propias de los vehículos, la vía o de nuestra educación vial. En la conducción también influyen circunstancias que pueden parecer algo más indirectas, pero no lo son, como la fatiga y el sueño, el estado de ánimo, los medicamentos que tomemos, enfermedades o fobias que podamos padecer, y por supuesto, la alimentación. Son variables que debemos englobar dentro de los factores humanos a la hora de tratar de evitar y reducir la siniestralidad. Con respecto a la alimentación, existen una serie de pautas que, de respetarlas, estaremos contribuyendo a esto. Motivos para una mejor alimentación al volante En lo que a la seguridad respecta, es sabido que una comida copiosa no va a ayudarnos en nuestra labor como conductores. Al igual que existe una concienciación para erradicar el consumo de alcohol al volante en contra de ese pernicioso y tradicional vox populi que daba cierto margen al mismo, sería conveniente aplicar el mismo esfuerzo a ser conscientes de qué alimentos pueden perjudicarnos. Con esta vocación la DGT ha publicado su guía “Comer bien, conducir mejor“. El objetivo es formar e informar en aspectos nutritivos a los conductores. Se pretende además hacer partícipe a todos los miembros de la familia de algo tan común como es elegir el menú cuando se realizan paradas en las áreas de servicio. Y es que queda patente que después de comer disminuye la capacidad de atención, propiciando que podamos cometer errores. Una mala elección culinaria conlleva una reducción del rendimiento cognitivo en un 10%, favoreciendo además la aparición de la...
En España, hay una realidad distinta a la de las grandes ciudades. Una realidad alejada del carsharing, de la Smart City o de la movilidad inteligente. Una realidad donde no existe el metro, ni los trenes de cercanías ni el AVE, y donde temas como los problemas de contaminación o el coche eléctrico parecen banales. Es la realidad de las pequeñas ciudades, los pueblos y las zonas rurales. Y aunque puedan parecer escenarios idílicos de calles tranquilas, aire limpio y gente caminando sin prisa, son lugares donde la movilidad es un problema aún mayor si cabe que en las grandes ciudades. Baja densidad y dispersión geográfica Cuando hablamos de zonas rurales, tenemos la tentación de pensar en comunidades remotas de América Latina o del Sudeste Asiático. Pero incluso en la desarrollada Europa, las áreas de alta concentración urbana son minoria, y hay muchas regiones con más del 50% de población rural. En España contamos con provincias de bajísima densidad poblacional, como Soria o Cuenca, o de enorme dispersión geográfica, como Cáceres y Badajoz. Otras, como Teruel o Lérida, albergan mayores ciudades, pero también un gran número de pequeños municipios que no sobrepasan de los 2000 habitantes. Son poblaciones de baja densidad, con escaso transporte público, ubicadas en zonas de geografía accidentada, con economía muy relacionada con el sector primario y muy alejadas de otros núcleos de población. Menos población, más coches Sería un error pensar que en las pequeñas localidades y las zonas rurales, por tener menos población y menores distancias que cubrir, el transporte público es menos importante que en una gran ciudad. Quizás no haga falta...
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